¿Se siente preocupado por un hijo alcohólico?
El tratar de hacerle frente al abuso del alcohol por parte de un/a hijo/a es uno de los retos más difíciles de la vida. Sus problemas llegan a ser nuestros, a la vez que dejamos de ser objetivos. Esto se convierte en un ciclo interminable de crisis y rescate. Pagamos las cuentas de doctores, internamientos en centros de tratamiento, honorarios de abogados, alquiler, alimentos y autos, muchas veces a costa de nuestra propia seguridad económica. Es difícil decir que no debido al temor subyacente de que, de alguna manera, nosotros hemos causado el problema.
Muchas personas vienen a Al-Anon por el apoyo y la comprensión que necesitan para manejar esta dolorosa situación.
El regalo invaluable de Al-Anon
¿Qué ocurre si hay personas que conozco en la reunión? ¿Qué pensarán de nosotros? ¿Juzgarán a mi hijo?
La esperanza me mantuvo en marcha
Cuando vine por primera vez a Al‑Anon, supe que estaba en el lugar correcto al escuchar la Bienvenida
Encontrando nuestro camino juntos
Sabía que mi hijo tenía un problema con la bebida a pesar de que no bebía delante de
Uno a la vez
Encontré mi camino hacia Al‑Anon cuando acepté que mi vida era incontrolable debido al abuso de alcohol y
Exactamente lo que necesito
Cuando llegué al límite de mis fuerzas con mi hijo adicto/alcohólico, decidí ir a una reunión de Al‑Anon.
En una vida de cordura
Llegué a Al‑Anon gracias a la sugerencia de un familiar quien estaba en recuperación. Estaba tan abrumada por
Me recibieron nuevamente en Al-Anon
Hace varios años, una terapeuta me recomendó que fuera a Al-Anon. Yo había estado asistiendo a sesiones de
Por fin se me levantó el peso
Jamás olvidaré las palabras que escuché en mi primera reunión de Al-Anon. Un miembro compartió las tres letras
Me sentí bienvenida
Al igual que muchos otros, vine a mi primera reunión por la recomendación de un consejero. Estaba llena
Sé que no estoy solo
Este último año de mi vida ha sido como una montaña rusa —tanto física como emocionalmente. A veces
Al fin tengo esperanza
Saber que no estaba sola, que otros miembros de Al‑Anon estaban en la misma situación que yo, luchando
Retirar suavemente las capas
Cuando llegué a Al‑Anon por primera vez, tenía dudas de hablar. Mi negatividad y vergüenza me habían convencido