Preguntas frecuentes que hacen los adolescentes
El alcoholismo afecta a gente de toda condición —gente de todos los estratos sociales—. Solamente a un pequeño porcentaje de alcohólicos les va el estereotipo de vagabundos o desamparados que mendigan en las calles. La mayoría de los alcohólicos parece que llevan una vida relativamente correcta, pero su bebida afecta alguna parte de su vida. Su familia, su vida social o su trabajo, o quizás las tres cosas juntas, pueden sufrir. Los alcohólicos son personas cuya bebida causa un problema continuo y creciente en cualquier aspecto de su vida.
Alateen: esperanza para los hijos de los alcohólicos (SB-3).
Cada grupo de Alateen tiene uno o dos Padrinos de Grupo de Alateen. Estos son miembros de Al-Anon que han participado en un proceso de certificación. Ellos brindan seguridad y guía en la reunión y ayudan a los miembros de Alateen a mantener el enfoque de la reunión en el programa de recuperación de Al-Anon y Alateen. Un Padrino o una Madrina de Grupo de Alateen no desempeña el papel de maestro/a ni asume ninguna función parental. Ellos honran el anonimato de los miembros de Alateen. Para la seguridad de todos los participantes, los grupos de Alateen no se pueden reunir sin que estén presentes Padrinos de Grupo de Alateen certificados. Cuando no haya Padrinos de Grupo de Alateen disponibles, los miembros de Alateen son bienvenidos en las reuniones de Al-Anon.
Existen muchos lugares donde la persona alcohólica puede encontrar ayuda. La organización más conocida es Alcohólicos Anónimos (A.A.). A.A. está disponible cuando la persona alcohólica está dispuesta a pedir y aceptar ayuda.
¡Sí! Cuando participamos de lleno en Alateen y Al-Anon, encontramos a muchas otras personas que comparten sentimientos similares. En Alateen, aprendemos a cuidar de nosotros mismos, a pesar de lo que hagan los demás. Con un cambio de actitud, los miembros aprenden a estimarse a sí mismos y a estimar a los demás. El amor y el respeto pueden llegar a ser parte de la vida.
El alcoholismo afecta a todos en la familia. Los padres que no son alcohólicos probablemente se sientan solos, atemorizados, confundidos o airados. Podría ser que actúen sintiéndose nerviosos, irritables y resentidos. En ocasiones podríamos sentir que no merecen nuestro respeto porque parece que no son capaces de hacerle frente a lo que sucede en el hogar. Vivir con un bebedor problema es demasiado para muchos de nosotros si no recibimos ayuda. En Alateen podemos aprender a hacerle frente a nuestros resentimientos hacia ambos padres. Otros miembros de tu familia pueden estar sufriendo tan intensamente como nosotros. El ser paciente y comprensivo sirve de ayuda. Muchos de nosotros animamos a los otros miembros de nuestra familia a que busquen ayuda en Al-Anon.
No podemos responder «sí» ni «no» a esa pregunta. Los expertos aún no se ponen de acuerdo con respecto a lo que exactamente hace que una persona sea alcohólica. Sin embargo, los hijos de padres alcohólicos están en mayor riesgo, ya que el alcoholismo suele darse en los núcleos familiares. Aprender sobre el alcohol y sus efectos nos puede ayudar a tomar una decisión con respecto al lugar que el mismo ocupa en nuestra vida.
Cuando una persona está fuera de control, tiene sentido evitar el contacto con ella, si es posible. No tiene ningún sentido discutir o pelear con alguien que está bebiendo. Puede ser que sea necesario salir de la habitación o de la casa por algún tiempo. Comunícate con alguna persona de confianza. Puede ser un pariente, un consejero espiritual, un orientador escolar, un maestro o la policía. Planea con anticipación y ten a mano el número de teléfono de un lugar seguro donde dispongan de ayuda.
El amor se distorsiona a causa de la enfermedad del alcoholismo. Los alcohólicos muchas veces descargan sus hostilidades en otras personas de manera irracional, y quizás no sean capaces de expresar amor en una forma apropiada. Puede ser que los que vivimos rodeados de situaciones alcohólicas también actuemos irracionalmente.
No tomes a mal el que no deseen hacerlo. Podría ser que nuestros amigos no entiendan la enfermedad del alcoholismo. A lo mejor se sientan incómodos en tu casa, pero no contigo. No te aísles de ellos ni de las actividades en que participas en grupo. Una actitud positiva puede servirles de ejemplo a otras personas que tengan problemas similares.
Cuando esto sucede, es natural que te sientas enojado, apenado o avergonzado. Hablar con otros miembros de Alateen te puede ayudar a decidir lo que les podrías decir a tus otros amigos. Cuando asistimos a las reuniones y entendemos más con respecto al alcoholismo, podemos aprender a manejar tales situaciones.
Podemos encontrar esperanzas en toda situación, independientemente de la forma en que se miren las cosas en el momento. Al asistir a Alateen y a Al-Anon, podemos ayudarnos a tener una mejor vida, ya sea que el alcohólico deje de beber o no. Llegamos a creer que la única vida de la que somos responsables o que podemos controlar es la nuestra.
En Alateen y Al-Anon aprendemos que nosotros no causamos la enfermedad del alcoholismo, no lo podemos controlar, ni lo podemos curar. Nosotros no podemos hacer nada directamente para lograr que el alcohólico deje de beber. Lo único que la persuasión, la reprensión, los amargos momentos de silencio y las lágrimas pueden lograr es poner al alcohólico a la defensiva y aumentar su sentimiento de culpa, lo que tal vez nos llegue a producir más problemas.
Aunque es posible dejar de beber, el alcoholismo no tiene cura. Tal como la diabetes, el alcoholismo puede detenerse, pero no curarse. Un sólo trago podría desatar nuevamente la compulsión.
Quizás se den cuenta de que algo anda mal con la forma en que beben, pero les da vergüenza o no están listos para admitirlo. Quizás se nieguen a aceptarlo. Eso significa que ellos no se dan cuenta de que existe un problema. Quizás hayan tratado de sobreponerse a la bebida y hayan fracasado. Muchos alcohólicos pierden la esperanza de la sobriedad por estas razones.
La compulsión de beber es demasiado fuerte para ella. Tal vez no quiera beber; sin embargo, su deseo de ingerir alcohol es tan irresistible que no puede controlarlo. Es el impulso más fuerte de su vida, a pesar de lo mucho que la haga sufrir a ella y que haga sufrir a otras personas.
Muchas personas beben porque les gusta la forma en que el alcohol las hace sentirse. Algunos bebedores pierden el control. Si tu padre bebe tanto que se ve inmiscuido en problemas y su vida se ha vuelto ingobernable, puede ser que sea alcohólico.