Al-Anon y Alateen en acción2024-07-02T13:44:27-04:00
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Una tradición acogedora

Es tan importante atraer a nuevas personas al programa y darles la bienvenida a los recién llegados a Al‑Anon. Todos hemos experimentado nuestra primera reunión de Al‑Anon: el nerviosismo, la frustración, la vergüenza y la molestia. Mi primer

«Sí» pertenezco a Al-Anon

Toda mi vida he luchado por sentir que pertenezco. Como era la única niña en casa, me sentía marcadamente diferente de mis tres hermanos. Debido a que era una «sentidora» en una familia de «pensadores», me sentía marginada.

Priorizando la serenidad

Cuando llegué al programa por primera vez, mis prioridades estaban orientadas por la enfermedad familiar del alcoholismo y la reciente muerte de mi padre. Después de perder a mi padre por el abuso del alcohol, mi prioridad inmediata

Lo intenté todo

Al reflexionar sobre mis primeros días de recuperación, me doy cuenta del agradecimiento que siento por Al‑Anon. Hice lo que muchos otros miembros hicieron con sus alcohólicos: vacié botellas de licor, grité, chillé, lloré y le rogué que

«¿Me amas hoy?»

Al criarme en un hogar con alcoholismo, viví diariamente en medio de la inestabilidad y la inseguridad. A diferencia de los niños que se criaron escuchando que alguien con los brazos abiertos les decía que los amaba «hasta

¡Política de los medios sociales actualizada!

La Conferencia de Servicio Mundial de 2022 aprobó cambios en la sección «Difusión pública» del «Compendio de Políticas de Al-Anon y Alateen» relacionados con los medios sociales. Estos cambios se reflejan en el Manual de Servicio de Al-Anon

De una generación a la siguiente

Antes de asistir a Alateen, a menudo me sentía sola y solitaria. No quería que nadie fuera de mi hogar disfuncional supiera con lo que estaba viviendo. Siempre trataba de esconderme o quería desaparecer en las sombras, con

La última persona alcohólica en mi vida

Cuando mi madre, a quien llamaba «la última persona alcohólica en mi vida», murió a los 90 años, me sorprendí al sentirme perdida. Durante toda mi vida, ella había sido como un poste de portería. Había corrido hacia

La fortaleza de soltar las riendas

Lo más difícil que se le pide al ser querido de un alcohólico es soltar las riendas de su vida. Para los perfeccionistas y fanáticos del control como yo, eso es casi imposible. Ninguna madre quiere abandonar a

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