Recientemente me había separado de mi esposo. Él tenía un problema con la bebida que estaba tratando de ignorar. Un par de mis amigos cercanos sabían algo de lo que estaba pasando en mi hogar. Unos meses antes de que mi esposo y yo nos separáramos, uno de mis amigos me animó enérgicamente a ir a Al‑Anon. Estaba en completa negación y no quería agregarle a mi vida loca otra cosa con la que tener que lidiar.

Un par de meses después de que nos separáramos, finalmente asistí a mi primera reunión. Fui porque temía por la seguridad de mis hijos mientras estaban en casa de su papá, y era demasiada preocupación como para soportarla. Mi temor por su seguridad era ahora más grande que mi vergüenza y mayor que el miedo de admitir que mi esposo tenía un problema con la bebida. Recuerdo que estaba temblando cuando fui a mi primera, segunda y tercera reunión. Apenas podía leer los Doce Pasos. Todavía tenía miedo de enfrentar la realidad de la situación con la que había vivido durante varios años, así como la nueva situación de asegurarme de que mis hijos estuvieran bien bajo el cuidado de su papá.

¿Por qué vine originalmente? Al principio fue difícil llegar, pero había intentado todo lo demás. Quería encontrar la serenidad que sentía en la gente de las reuniones. Me enteré de que estaba allí por mí, que no había provocado que mi esposo bebiera y que no era responsable de él ni de sus acciones. La palabra «amor» se mencionó varias veces. Quería eso y también quería paz.

¿Por qué sigo viniendo? Me di cuenta de que Al‑Anon ha sido uno de los mejores regalos que me han dado en mi vida. Vivir con la enfermedad del alcoholismo me había quitado casi todo en mi vida: mi tranquilidad, mi seguridad y mi fe en casi todo y en todos. Trabajar en el programa de Al‑Anon me ayudó a recuperarme y me dio mucho más de lo que jamás creí posible. Aunque sigo lidiando con muchos de los efectos diarios del alcoholismo en mí y en mis hijos, tengo una vida increíble, más allá de lo que jamás había soñado. Ahora estoy viviendo la vida, lidiando con las cosas difíciles y disfrutando de las cosas maravillosas que la vida tiene para ofrecer.

Llevo tres años en Al‑Anon. Sigo viniendo por muchas razones, pero la más importante para mí es que soy una mejor persona y más realizada de lo que era ayer, y veo cómo el día siguiente será mejor que el día anterior por el resto de mi vida, mientras siga participando en todo lo que Al‑Anon tiene para ofrecerme.

Por Anónimo

The Forum, enero de 2021

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