Recientemente me enteré de un conflicto que ocurría en una reunión grupal en unas instalaciones con acceso limitado. Un miembro del grupo hizo una búsqueda sobre el tema en la sección «Compendio de Guías de Al‑Anon y Alateen» del Manual de Servicio de Al‑Anon y Alateen (SP-24/27), pero no pudo hallar una solución. Esa instalación tiene una puerta que se cierra bajo llave todas las noches. Después de cerrar, uno de los residentes de las instalaciones tiene que abrir la puerta para permitir que las personas entren. Históricamente, los miembros del grupo no le habían prestado mucha atención a esto. Llegaban según sus itinerarios y opciones de transporte público se lo permitían, sin tomar en cuenta el itinerario de la casa del guarda. Cuando los representantes de las instalaciones hablaron con el grupo para pedir que los miembros llegaran antes de que la puerta fuera cerrada bajo llave y así evitar que los residentes fueran interrumpidos, surgió un conflicto. Algunos miembros estaban preocupados de imponerles exigencias de puntualidad a familias en crisis que buscaban ayuda, mientras que otros estaban dispuestos a ajustarse a la petición de las personas que operaban la instalación.

Estuve de acuerdo en que la respuesta no se encontraría en el «Compendio de Guías». En la superficie, el problema parece ser sobre el acceso limitado a las instalaciones. En realidad, se trata de cómo los miembros y grupos Al-Anon se relacionan unos con otros y se comportan en el mundo fuera de las reuniones. En otras palabras, las respuestas deben ser encontradas en los Tres Legados: «una estructura fundamental dentro de la cual los grupos pueden llevar a cabo sus asuntos con armonía». (Grupos de Al-Anon y Alateen en acción [SP-24], p. 13). Un conocimiento importante que obtuve acerca de mí misma cuando completé mi examen de conciencia  (Cuarto Paso) era que con frecuencia no tomaba medidas directas para satisfacer mis necesidades. En vez de ello, intentaba cambiar a otras personas y situaciones para que se acomodaran a mí. A veces manipulaba o «reinterpretaba» las reglas. En ocasiones, ignoraba las reglas por completo y luego apelaba a las emociones de aquellos a quienes había ofendido. Este comportamiento inmaduro y deshonesto perjudicó mi reputación y prestigio con mis amigos y colegas.

Desde entonces, he aprendido que estas son características comunes en aquellos de nosotros que nos criamos en familias alcohólicas. Cuando nos reunimos en grupos, a veces exhibimos estas características de manera colectiva. En el caso de este grupo, la Séptima Tradición es un recordatorio de que «jugar según las reglas» es parte de ser autosuficiente. Para nosotros y para nuestras reuniones, estar en recuperación significa vivir en el mundo real y aprender a sobrellevar sus desafíos. No podemos esperar que el resto del mundo cambie sus reglas para ajustarse a las necesidades de nuestros miembros. Las familias que viven con la enfermedad del alcoholismo llegan a nosotros para recibir ayuda. Lo menos que podemos mostrarles es que vivimos vidas honestas, respetuosas y responsables de acuerdo con nuestros principios espirituales.

La Cuarta Tradición también me recuerda que cada grupo tiene la libertad de tomar decisiones para satisfacer sus necesidades, en la medida que esas decisiones no perjudiquen a otras reuniones o a Al-Anon o Alcohólicos Anónimos como un todo. Este grupo tal vez necesite buscar otro lugar para reunirse, cambiar la hora en la que comienza la reunión, colocar un aviso para las personas que llegan tarde o encontrar otra solución. Tienen la libertad de escoger. Sin embargo, el escoger hacer caso omiso a los deseos que expresa cualquier instalación en la cual se reúnan es un acto que tiene el potencial de perjudicar a otras reuniones o a Al-Anon como un todo. Todos estamos pintados con el mismo pincel cuando una reunión de Al-Anon se aprovecha de nuestra situación como «familias que sufren». Nos debemos, tanto a nosotros mismos como a otros miembros que lleguen en el futuro, el obedecer aquello a lo que la ley no obliga.

Kerri K., Directora Adjunta-Internacional

The Forum, julio de 2020