Muy a menudo, me encuentro con mi Poder Superior mientras hago caminatas en la naturaleza. Cuando era niña, paseaba por los arroyos y bosques en el patio trasero de mis abuelos. A través de los años, aprendí a respetar los límites que encontraba en los senderos, tanto naturales como creados por el ser humano. Permanecer en el sendero durante la caminata es importante para mi propia seguridad, así como para la protección del paisaje. Este principio también se aplica, no solo a mi programa de recuperación, sino también a mi servicio en la hermandad de Al‑Anon.

Durante mi periodo de tres años como Representante de Distrito (RD), dejaba que mis pensamientos divagaran al pensar sobre mi próximo puesto de servicio. ¿Hacia dónde me llevaba mi Poder Superior? ¿A un puesto como Delegada? ¿Coordinadora de Difusión Pública? Sin embargo, en la próxima elección del Área, no me presenté para Delegada ni para ningún puesto. Me quedé sentada. ¿Por qué?

En ese momento, además de ser RD, estaba criando una familia, trabajaba a tiempo completo y trabajaba para obtener un título en liderazgo organizacional. Fue a través de estos diversos roles dentro y fuera de la hermandad que descubrí el valor de ser un líder servidor y liderar desde el medio del grupo. No tenía que pararme en el podio en la Asamblea para marcar la diferencia. Podría regresar al servicio dentro de mi grupo base y aportar la experiencia, fortaleza y esperanza que obtuve a través del servicio a nivel de Área. Finalmente, mi camino de recuperación se enriqueció aún más a través de los Servicios de Información de Al‑Anon (SIA) y el servicio de Alateen.

A menudo he escuchado que «no hay reglas en Al‑Anon». Ahora sé que existen políticas de larga duración que brindan dirección a la hermandad de Al‑Anon en todo el mundo. Por definición, la política representa la sabiduría en la gestión de los asuntos. La política de Al‑Anon está aprobada por nuestro proceso de conciencia de grupo y refleja sabiamente las preguntas y la experiencia de quienes han recorrido el camino antes que nosotros. El «Compendio de Políticas de Al‑Anon y Alateen» guía a todos los miembros de Al‑Anon hacia nuestra unicidad de propósito.

Hoy, como miembro del personal de la Oficina de Servicio Mundial (OSM), al igual que mis compañeros que tienen un empleo remunerado en nuestros centros de servicio de Al‑Anon (Centros de Distribución de Literatura o SIA), no puedo «servir como voluntario en un puesto en el cual tenga que tomar decisiones relacionadas con la política de la hermandad, tal como: Representante de Grupo (RG), Representante de Distrito (RD), Servidor de Asamblea o Coordinador, Delegado o Administrador (Custodio) de la OSM» (Manual de Servicio de Al-Anon y Alateen 2022-2025 [SP-24/27], página 111). Asimismo, mis amigos de Al‑Anon quienes también son miembros de AA honran la separación de nuestras dos estructuras de servicio al no servir en puestos de formulación de políticas. Los miembros de Al‑Anon que también son miembros de AA tienen oportunidades únicas de llevar el mensaje de Al‑Anon y pueden prestar servicio de diversas formas (véase el Manual de Servicio de Al‑Anon y Alateen 2022-2025, páginas 86–87). Las oportunidades que tenemos para servir a nuestra hermandad son ilimitadas y nos llevan mucho más allá de los límites del grupo y de nuestros problemas personales.

Por Heather S., Directora adjunta-Relaciones con la comunidad

The Forum, noviembre de 2022

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