Antes de Al‑Anon confiaba en todos y en nadie. ¿Cómo era posible? No tenía límites, así que hablaba y me quejaba con cualquiera que quisiera escucharme. Sin embargo, no compartía con aquellos que eran importantes en mi vida, porque podrían cuestionarme y hacerme responsable. Rara vez dejaba que alguien viera quién yo era realmente.

Mi esposo tuvo una relación fuera de nuestro matrimonio el verano antes de que yo empezara a asistir a Al‑Anon. Me dejé manipular por él. Creí las mentiras que me dijo y me convencí a mí misma de que yo había visto y escuchado las cosas de manera incorrecta. Tras descubrir la verdad, tenía todo tipo de sospechas, y tenía problemas para confiar. Al llegar a Al‑Anon, todo eso cambió.

Honestamente, después de leer el Primer Paso, reconocí que mi vida era ingobernable. Me di cuenta de que, si no tenía límites, no podía confiar en nadie, especialmente en mí misma. Así que volví una y otra vez y empecé a trabajar en mí misma.

Seguí yendo a las reuniones y conseguí una Madrina. Empecé a aprender quién yo era y cómo el miedo controlaba mi vida. Aprendí a confiar en mi Madrina. Ella también me mostró que mi Poder Superior tiene los mejores intereses en mente para mí. Ella me ayudó a ver cuántas veces me había cuidado y a creer que seguiría haciéndolo. Empecé a confiar en mi Poder Superior. Empecé a sentirme segura y pude convencerme a mí misma de que podía dejar de sospechar de todo. Hoy, cuando desconfío, compruebo si mis percepciones son distorsionadas o si el miedo desempeña algún papel. La confianza es una decisión que puedo tomar porque sé que no estoy sola. Confío en mi Poder Superior.

Por Anónimo

The Forum, mayo de 2025

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