Cuando llegué a Alateen por primera vez, estaba ansiosa y asustada. ¿Qué pasa si digo algo incorrecto? ¿Qué pasa si no les agrado? ¿Y si creen que mi vida es fácil? ¿Qué pasa si me quedo sin palabras mientras hablo? Sin embargo, cuando entré, fui recibida por gente cariñosa que me abrió los brazos. Para mi tercera reunión, sentía que había encontrado una segunda familia. Tenía un lugar en el que me sentía bienvenida y realmente escuchada por primera vez.

Anoche en nuestro congreso de Al‑Anon y Alateen, tuve un ataque menor de estrés postraumático. Se mezcló con mi ansiedad y me provocó un ataque de espasmos repentinos o tics. Estaba asustada y avergonzada. Así que acudí donde el Miembro de Al‑Anon que Participa en el Servicio de Alateen (MAPSA) de mi grupo. Él llamó a un MAPSA de otro grupo y salimos a conversar. Me ayudaron a calmarme y detener los tics. Ellos no me juzgaron; solo querían ayudar. Eso no sucede a menudo en casa, especialmente la parte de no juzgar. Me hizo muy feliz que estuvieran allí para ayudarme.

Hoy comunico lo que necesito cuando surge la necesidad y comparto cómo me siento. Sé que aquí en Alateen no solo me oyen, sino que me escuchan. Es una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida. No solo los Padrinos de Grupo de Alateen son maravillosos, también lo son los adolescentes. Siempre ha sido difícil para mí hacer amigos, pero en Alateen he hecho amigos increíbles. Son personas maravillosas con un gran corazón. Ni siquiera he estado en Alateen tanto tiempo, pero quiero poder ayudar a otras personas de la misma manera que estas personas estupendas me han ayudado a mí. Quiero ser más activa y ser el mismo tipo de persona que fueron mis amigos para mí cuando empecé. Alateen ha sido una bendición para mí.

Por Emily

The Forum, julio de 2023

Puede reimprimir este artículo en el sitio web de su rama de servicio o en su boletín, junto con la nota de reconocimiento siguiente: Reimpreso con el permiso de The Forum, Al-Anon Family Group Headquarters, Inc., Virginia Beach, Virginia.