A medida que he madurado en el aspecto de ser consciente de mí misma y de confiar en un Poder Superior, descubro que estoy más relajada al tomar decisiones en ausencia de reglas estrictas y una estructura rígida. Cuando era una recién llegada a Al‑Anon, no tenía este sentimiento de tranquilidad y confianza, todo lo contrario. Las reglas fueron un consuelo para mí debido a que me crie en un hogar alcohólico donde había pocas reglas y ninguna figura de autoridad confiable. Era natural que tomara decisiones basadas en reglas. Hoy en día, es más probable que utilice ideas, experiencias y principios —como los que se encuentran en los 36 componentes de nuestros Tres Legados— para tomar decisiones.

En momentos de miedo o incertidumbre, puedo recurrir a mi método de utilizar «reglas». Después de todo, si tomo una decisión basada en las reglas y luego resulta que ha sido un error, puedo simplemente culpar a las reglas y no asumir ninguna responsabilidad personal, ¿verdad? Lamentablemente, no es así. En Al‑Anon, aprendí que soy responsable de mis decisiones independientemente de los métodos que utilice para tomarlas. También aprendí que es menos probable que me arrepienta de ellas si me he tomado el tiempo de informarme, de pedirle orientación a mi Poder Superior y de hablarlo con mi Madrina o un amigo de confianza de Al‑Anon.

El mismo proceso, ligeramente modificado, funciona en nuestros grupos. Últimamente he recibido una serie de preguntas de parte de miembros que parecían estar tratando de confiar en las reglas para determinar lo que podían o no podían hacer en sus grupos. Si bien es tentador para mí darle a alguien «la respuesta» porque eso me hace sentir inteligente y valiosa, debo en cambio alentar a los miembros del grupo a informarse, invitar a su Poder Superior a la discusión y hablar sobre los principios. Las discusiones basadas en principios no solo ayudan a los grupos a encontrar soluciones para sus problemas, sino que también demuestran cómo podemos aplicar estas mismas ideas a nuestros problemas fuera del grupo. Estoy agradecida porque el programa de Al‑Anon continúa ofreciéndome nuevas introspecciones, nuevos temas para la oración y la meditación, y nuevas formas de relacionarme con nuestros Legados.

Por Kerri K., Directora adjunta-Internacional

The Forum, noviembre de 2021

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