Una pregunta frecuente aquí en la Oficina de Servicio Mundial (OSM) es: «¿Quién traduce nuestra Literatura Aprobada por la Conferencia (LAC)?» Porque, después de todo, ¡la LAC está disponible en más de 40 idiomas! La respuesta corta es que, en la mayoría de los casos, los miembros de Al‑Anon hacen las traducciones. Sin embargo, sería un error pensar que cualquier miembro puede tomar la iniciativa de traducir y comenzar a publicar cualquier parte de la LAC. Existe un sistema organizado para solicitar y otorgar permisos que es supervisado por el Comité de Coordinación Internacional con la ayuda del Equipo Internacional de la OSM.
En los años que llevo trabajando con ese sistema, he llegado a verlo como una mezcla de procedimientos técnicos y principios espirituales. Los procedimientos técnicos son necesarios para mantener registros precisos y garantizar una protección eficaz de nuestros derechos de autor y estándares de publicación. Nuestros principios espirituales garantizan que ninguno de nosotros olvide por qué estamos siguiendo los procedimientos en primer lugar: para asegurar un futuro para nosotros mismos y para los familiares y amigos de los alcohólicos que aún no nos han encontrado. Creo que este equilibrio puede ser a lo que se referían nuestros cofundadores cuando escribieron: «Aunque nuestros objetivos son espirituales, estos solo pueden conseguirse por medio de una operación comercial eficaz». (Manual de servicio de Al‑Anon y A lateen 2018-2021 [SP-24/27] segunda versión [2], Sexto Concepto, página 190.)
Todo comienza con la creación de la LAC, en sí misma una mezcla de lo técnico y lo espiritual. La OSM desarrolla la LAC original en inglés y utiliza traductores profesionales para redactar las versiones en francés y español. Estas traducciones se reimprimen en países de habla francesa y de habla hispana de todo el mundo. Para todos los demás idiomas, la traducción la realizan miembros de la estructura que tienen permiso para imprimir en ese idioma. El permiso es otorgado por la Junta de Administradores (Custodios) de la sede de Al-Anon Family Group Headquarters, Inc.
La traducción ocurre cuando los miembros locales forman un Comité de Publicaciones que trabaja en conjunto para seleccionar elementos, obtener los archivos necesarios de la OSM y traducir cada parte de la LAC. La OSM no proporciona personal ni recursos financieros para traducir la LAC. Sin embargo, el personal de la OSM a veces solicita voluntarios para revisar un manuscrito traducido antes de que esté finalizado. La revisión es una protección contra cualquier traducción que pueda ser técnicamente precisa pero que no transmita la calidez y la espiritualidad que se puede encontrar en nuestra literatura en inglés. El personal de la OSM se asegura de que la LAC traducida se produzca con la misma calidad que las obras originales. Una LAC traducida que difiera del texto original en calidad espiritual o de producción le daría un pobre servicio a los miembros que la necesitan.
Una estructura que desee traducir la LAC debe solicitar permiso con anticipación. Los miembros deben confirmar que no se utilizarán fondos externos en la publicación de la LAC y que compartirán la responsabilidad de proteger los derechos de autor. Una forma en que lo hacen actualmente es acordando restringir las ventas de la LAC al territorio definido por las fronteras nacionales de esa estructura. A medida que las cosas en nuestro mundo se mueven cada vez más en línea, surgen desafíos y preguntas con respecto a la disponibilidad global de la LAC. La OSM, la Junta de Administradores (Custodios), la Conferencia de Servicio Mundial y la Reunión de Servicios Generales de Al‑Anon Internacional (RSGAI) se enfrentan a estas preguntas utilizando la combinación única de ideales comerciales y espirituales de Al‑Anon.
Por Kerri K., Directora Adjunta—Internacional
The Forum, octubre de 2020
Puede reimprimir este artículo en su sitio web o en su revista junto con la nota de reconocimiento siguiente: Reimpreso con el permiso de The Forum, Al-Anon Family Group Headquarters, Inc., Virginia Beach, Virginia.
Muchas gracias por conservar la esencia de los principios espirituales en las traducciones, garantizando así un trabajo de calidad.