Mientras reflexionaba sobre mi resolución para el Año Nuevo, me di cuenta de que la mejor resolución que podía hacerme a mí misma era continuar mi recuperación en Al-Anon.

Cuando llevaba un año y medio en Al-Anon, mi ser querido alcohólico había completado un programa de recuperación de siete meses y, hasta donde yo sabía, no bebía alcohol. Yo había aceptado completamente que yo no había provocado su consumo de alcohol y que no podía controlarlo ni curarlo. Tenía mucha más serenidad de la que tuve cuando entré por primera vez en las salas de reuniones. En ese momento, me pregunté si todavía pertenecía a Al-Anon. Necesitaba contestar esa pregunta y, como siempre, Al-Anon me dio los instrumentos para tomar la mejor decisión.

Mientras consideraba el tema, pensé en cómo Al-Anon me alienta a centrarme en mí misma: en mis propias actitudes, pensamientos y conductas erróneas. El Duodécimo Paso me dice que este es un programa para todas las acciones en mi vida, no solo para mis interacciones y relaciones con los alcohólicos en mi vida. Al-Anon es un programa de recuperación para todas las situaciones de la vida. Había experimentado serenidad bajo presión y quería más de eso. Había tenido un par de milagros de Al-Anon y quería más. Podía ver el progreso que había logrado, no solo para sobrevivir sino para prosperar, sin importar las circunstancias. Tener más de eso sería algo genial.

Eso fue hace años. Gracias a la experiencia, fortaleza y esperanza de otros miembros, he encontrado respuestas a preguntas persistentes; he sentido alivio del miedo, la ira y la soledad, una serenidad cada vez mayor y una comprensión de mí misma que nunca soñé que fuera posible. Me di cuenta de que irme de Al-Anon porque mi vida había mejorado hubiese sido increíblemente egoísta. Hubiese acaparado todo lo que había ganado solo para mí. Otros miembros me habían ayudado; necesitaba hacer todo lo posible para «llevar este mensaje a otras personas».

Estoy muy contenta por haber elegido continuar mi asistencia a las reuniones, leer la literatura de Al-Anon, prestar servicio y compartir mi experiencia, fortaleza y esperanza con tanta generosidad y honestidad como otros lo hicieron conmigo. Es mediante la participación de todos los miembros que el programa ayuda a los familiares y amigos de alcohólicos en todo el mundo.

Sé que mi compromiso con Al-Anon es una resolución que mantendré mientras viva. Cuanto más uso los instrumentos, más crezco. Ha marcado una diferencia increíblemente positiva en mi mundo.

Por Betsy T.

The Forum, diciembre de 2024

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