Al criarme en medio de la enfermedad familiar del alcoholismo, aprendí a no hacer planes, a no confiar, a no correr riesgos y a no complicar las cosas. Como realmente podía contar con muy pocos recursos, nunca sabía qué esperar. Sentía que no tenía nada que decir en el proceso de tomar decisiones y en cómo resultaran las cosas en última instancia.
Cuando encontré a Al‑Anon, estaba convencida de que este era mi «destino en la vida». En las reuniones de Al‑Anon, escuché un mensaje claro y consistente de amor y esperanza, que me ayudó en el camino hacia la recuperación y continúa ayudándome hoy. Estoy agradecida por esa coherencia que es evidente en cada reunión a la que asisto, ya sea en casa o cuando viajo. Esto asegura que todas las reuniones:
- Acojan a cualquier persona afectada por el alcoholismo de otra persona
- Solo utilicen la Literatura Aprobada por la Conferencia
- Mantengan el enfoque en temas relacionados con Al‑Anon y utilicen términos de Al‑Anon
- Guarden mi anonimato y mantengan la práctica de «A quien veas aquí, lo que escuches aquí, cuando salgas de aquí, déjalo aquí».
- Se esfuercen por seguir las decisiones de política aprobadas por nuestra Conferencia de Servicio Mundial, la conciencia de grupo más representativa de Al‑Anon, y
- Se adhieran a los principios espirituales que se encuentran en las Doce Tradiciones y los Doce Conceptos de Servicio.
Esta coherencia fomenta la unidad y nos permite lograr nuestro propósito primordial: ofrecer ayuda y esperanza a cualquier persona afectada por el alcoholismo de otra persona.
En los últimos meses, al no poder reunirme en persona, mi grupo habitual se trasladó temporalmente a una plataforma electrónica. La tecnología puede haber sido desconocida e incómoda para algunos, pero la reunión no lo fue. Compartimos una forma de acceder a la información electrónica sobre el formato de la reunión y, aunque tuvimos que adaptarnos a una forma diferente de participar, ¡nuestro enfoque de Al‑Anon siguió siendo el mismo! Además, nos aseguramos de que la información de nuestra reunión temporal estuviera disponible para cualquier persona que buscara ayuda de Al‑Anon.
Estoy muy agradecida por la coherencia y unidad del programa de Al‑Anon. Nuestra responsabilidad como miembros de Al‑Anon es asegurarnos de que cuando alguien, donde quiera que sea, pida ayuda, siempre esté disponible ese mismo mensaje de esperanza y ayuda que encontramos en Al‑Anon.
Por Sue P., Directora Adjunta—Servicios a los Grupos
The Forum, noviembre de 2020
Puede reimprimir este artículo en su sitio web o en su revista junto con la nota de reconocimiento siguiente: Reimpreso con el permiso de The Forum, Al-Anon Family Group Headquarters, Inc., Virginia Beach, Virginia.