Yo era adicta a mi hijo.

El momento en el que llegué a esa conclusión fue importante para mí. Durante años, no había podido ver que mi hijo no era su enfermedad. Pensé que solo necesitaba «solucionar» sus problemas de salud mental, pero ahora me doy cuenta de que él es un alcohólico y que yo he jugado un papel importante en la enfermedad familiar. He estado trabajando con mi Madrina de Al‑Anon y, cuando la conocí recientemente, me di cuenta de que mi hijo es mi adicción. Aprendí que los alcohólicos son adictos al alcohol y que yo soy adicta a la gente. No tenía idea de que era tan adicta a mi hijo.

Durante años, he estado preocupada por él, preguntándome constantemente si está en la cárcel o conduciendo ebrio y lastimando a alguien o a sí mismo. Era muy agotador tener que recordarle que llegara a sus citas en el tribunal y llamara a su oficial de libertad condicional. Él llegaba a mi casa y vomitaba por haber bebido la noche anterior. Todo esto me rompía el corazón. Me perdí a mí misma en el proceso.

Mi hijo tiene ahora casi 20 años. Yo estoy tratando de recordar quién soy. Gracias a esta revelación reciente (que soy adicta a mi hijo), tengo la oportunidad de recuperarme. Estoy en el camino de redescubrir lo que me gusta y lo que me hace sentirme feliz y realizada. Me da un poco de miedo, pero sé que floreceré si lo tomo un día a la vez y me concentro en mí misma. Estoy aprendiendo a dejar de controlarlo a él para ver si él está bien. Y estoy tratando de aprender a vigilarme a mí misma para ver si yo estoy bien y descubrir lo que yo necesito.

Estoy muy agradecida de que el programa de Al‑Anon, así como las personas en las reuniones y el Poder Superior en mi vida, sean las luces que me guían en mi recuperación. A medida que me desprendo con amor, establezco límites y me concentro en mí misma, también le doy a mi hijo espacio para asumir responsabilidad por su propia vida. Lo he visto mostrar un poco de madurez y ahora tiene la oportunidad de descubrirse a sí mismo en el tiempo de su Poder Superior.

Estoy aprendiendo el lema «Suelta las riendas y entrégaselas a Dios», ¡y espero encontrarme a mí misma nuevamente!

Por Anna C.

The Forum, agosto de 2024

 

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