Mi relación con mi madre había sido muy difícil desde que era adolescente. Ambas habíamos sido afectadas por el alcoholismo de diferentes maneras. Ella trataba de decirme cómo vivir mi vida, y eso no me gustaba. Cuanto más yo maduraba, peor se volvía la relación.

Con el tiempo, me casé y me mudé de Argentina a los Estados Unidos. Después de mi divorcio, comencé a asistir a Al‑Anon. Llevaba unos seis meses en el programa cuando mi madre se invitó a sí misma a pasar tres semanas conmigo. Su plan era que pasáramos las vacaciones en mi casa y luego, en enero, iríamos a Florida a pasar otras dos semanas, las dos compartiendo la misma habitación de hotel.

Para poder sobrevivir, desarrollé un gran plan propio. No iba a decirle a mi madre que estaba asistiendo Al‑Anon, así que le dije que la asociación profesional a la que pertenecía tenía una convención y que asistiría al último orador de cada día. En cambio, fui a las reuniones de Al‑Anon. Como era enero, todas las reuniones eran sobre el Primer Paso. Después de la tercera o cuarta reunión, me di cuenta de que necesitaba aplicar el Primer Paso en mi relación con mi madre. Admití que era incapaz de afrontar sola a mi madre y su actitud controladora. Cuando comencé a aceptarla como era, comencé a sentirme mejor.

Inmediatamente después de darme cuenta de esto, una noche, cuando regresé de una reunión, mi madre me dijo: «Esos seminarios son muy buenos para ti. Cuando regresas de ellos, tienes una sonrisa en tu rostro y no estás tensa. ¿Tienen algo que ver con el libro que lees en el baño?» (Estaba leyendo Valor para cambiar [SB-16] en el único lugar donde tenía privacidad). Fue en ese momento que nuestra relación comenzó a cambiar. Le hablé de Al‑Anon y, como ella quería aprender inglés, obtuve su copia de Valor para cambiar tanto en inglés como en español. Empezó a leer los libros todos los días y, después de un tiempo, decidió ir a reuniones en Argentina.

Gracias a Al‑Anon, yo cambié y mi madre también cambió. Durante los últimos 25 años de su vida, tuvimos la relación más maravillosa.

Por Alicia D., Pensilvania

The Forum, marzo de 2022

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