Al igual que muchos otros, vine a mi primera reunión por la recomendación de un consejero. Estaba llena de una sensación de nerviosismo en el estómago. ¿Qué pasa si alguien me reconoce? —me pregunté . Entré al salón e inmediatamente me saludó un miembro de Al-Anon. Ella se sentó al lado mío y cuando terminó la reunión, me dijo que «Siguiera viniendo». Ahora sé que, debido a que cada reunión es diferente, necesitaba «Seguir viniendo» para encontrar la reunión más adecuada para mí.
Por Bev., Ohio
Al‑Anon se enfrenta al alcoholismo 2020