Estimado nuevo miembro:
¡Bienvenido! No importa cuánto temor sienta, por favor no se vaya de la reunión.
Yo sentí mucho miedo de ir a mi primera reunión de Al-Anon. Me había prometido a mí misma sentarme atrás de la sala y no hablar, pero cuando entré a la sala de reuniones, todos estaban sentados alrededor de una mesa. Las personas eran amistosas y amables, aunque yo todavía me sentía incómoda.
Claro que lloré en la reunión. Eso se debió a que los miembros expresaban lo que yo estaba sintiendo. El dolor y la frustración de vivir con el alcoholismo activo es algo insoportable cuando uno lo enfrenta solo.
Después de la reunión, la cual duró hora y media, recibí abrazos antes de irme con muchas publicaciones de la literatura y números de teléfono de miembros. Una miembro me llamó al día siguiente y pronto se convirtió en mi Madrina.
El mensaje más importante que me llevé a casa después de mi primera reunión fue que yo era incapaz ante el alcohol y que no era mi culpa que mi esposo bebiera tanto. Ese fue un gran peso que se me quitó de encima.
Por Madeleine C., Quebec