Durante mis 53 años de labor en la recuperación de salud mental y adicciones, he visto una serie de cambios y mejoras en la atención. Sin embargo, el alcoholismo sigue siendo un gran problema, a pesar de que las drogas opiáceas reciben actualmente la mayor atención. El alcoholismo es mucho más lento e insidioso en comparación con la adicción a los opiáceos. Poco a poco, hemos tomado conciencia del carácter urgente de la recuperación de toda la familia, aunque el alcohólico esté bebiendo o no. Intento asegurar a mis pacientes que Al-Anon es un grupo de apoyo para familiares y seres queridos de personas con problemas de alcohol. No significa necesariamente que yo crea que sean alcohólicos.

Al-Anon ha sido y sigue siendo el recurso principal para los  familiares de alcohólicos. Yo les digo que es crucial que entiendan que el alcoholismo es una enfermedad. Desafortunadamente, muchos familiares bien intencionados intentan ayudar y cuidar de sus seres queridos alcohólicos. Estos intentos, que parecen ser útiles en las etapas tempranas de la enfermedad, a la larga, resultan ser contraproducentes y conducen a ser permisivos e intentar controlar una situación incontrolable. Esto a menudo conduce a la ansiedad grave, la depresión, los sentimientos de desesperanza y el estrés en los miembros de la familia. Intento inculcarles que merecen un lugar a donde puedan acudir y obtener la información correcta, el amor y el apoyo que necesitan. Además, trato de destacar la importancia de cuidarse a ellos mismos.

Al-Anon es una hermandad mundial. Allí pueden aprender que no causaron la enfermedad. El programa ofrece un ambiente seguro para entender cómo han sido afectados por la enfermedad y ayudarlos a embarcarse en un sendero de crecimiento personal. También les recuerdo que es de crucial importancia que continúen en Al-Anon aun si el alcohólico alcanza la sobriedad, se separa, o bien cuando no parece haber esperanza. Además, he notado que aquellos que permanecen en Al-Anon a través del tiempo parecen manejar mejor el estrés y las relaciones, toman mejores decisiones, experimentan menos ansiedad y depresión, y viven vidas más felices y optimistas.

Por Hugh A. King Jr., M.D., Psiquiatra acreditado , Louisiana

Al‑Anon se enfrenta al alcoholismo 2020