Quizás se den cuenta de que algo anda mal con la forma en que beben, pero les da vergüenza o no están listos para admitirlo. Quizás se nieguen a aceptarlo. Eso significa que ellos no se dan cuenta de que existe un problema. Quizás hayan tratado de sobreponerse a la bebida y hayan fracasado. Muchos alcohólicos pierden la esperanza de la sobriedad por estas razones.