Por Dr. Jeffrey D. Roth
Psiquiatra especializado en los problemas de adicción, Chicago, Illinois
Redactor del Journal of Groups in Addiction and Recovery

Como psiquiatra especializado en los problemas de adicción, agradezco poder recomendar Al-Anon a los pacientes que han sido afectados por el consumo de alcohol de otra persona. Recomiendo a mis pacientes asistir a Al-Anon cada vez que observo a alguien quejarse de sufrir de ansiedad, depresión, o una serie de problemas físicos que generalmente se recrudecen al estar en contacto estrecho con la enfermedad del alcoholismo.

Analizo todos los antecedentes familiares de cada uno de mis pacientes. Les pregunto específicamente sobre el consumo de alcohol de sus abuelos, padres, esposos, esposas, pareja, hermanos, hijos o nietos. También les pregunto sobre otras enfermedades que a menudo se esconden solapadamente detrás del alcoholismo, como son la cirrosis hepática, la pancreatitis y otras afecciones médicas causadas por el consumo de alcohol ya que los pacientes y sus familiares frecuentemente niegan la existencia del alcoholismo.

No me empeño en establecer con el paciente una conexión clara entre sus problemas y la existencia del alcoholismo. Como parte de mi diagnóstico, lo que yo hago es sugerirle a los pacientes asistir a Al-Anon para yo entonces utilizar la opinión que ellos me den, después de haber ido a seis reuniones, de si el programa les resulta útil o no. De manera general, los datos que más me ayudan son los que obtengo de las reacciones de los pacientes cuando asisten a las reuniones de Al-Anon. El sentimiento de no pertenencia, que generalmente está asociado con el sentimiento de aislamiento, es característico entre los familiares de los alcohólicos. Si el paciente se siente abrumado cuando escucha a los demás en las reuniones, esto nos revela que él o ella asumen la pesada responsabilidad del comportamiento de otra persona.

Yo he podido apreciar un progreso increíble entre los pacientes que asisten a Al-Anon como parte de su proceso de recuperación. Un nuevo sentimiento de bienestar, la capacidad de entablar relaciones íntimas con plenitud, una gran mejoría en la calidad de su trabajo al igual que satisfacción en su vida profesional son indicadores del progreso y de los cambios que se operan en ellos. También me he dado cuenta de que algunos pacientes comienzan su recuperación en Al-Anon y la extienden a otras esferas de sus vidas. Igualmente, he visto como algunos pacientes que se están recuperando de otros problemas, por ejemplo, su propio alcoholismo, mejoran considerablemente al asistir a Al-Anon.

Como médico, no tengo conocimiento de ningún otro medicamento que dé resultados tan extraordinarios, con tan pocos efectos secundarios y por el cual no haya que pagar nada. Al-Anon está a su disposición en cualquier parte del mundo; la llegada de las reuniones de Al-Anon en la Internet también contribuye a su difusión. Otro beneficio que recibimos los profesionales que remitimos nuestros pacientes a Al-Anon es que recibimos muchísimas informaciones bien útiles de los pacientes que asisten a las reuniones.