Cuando era adolescente en las salas de Alateen, me dijeron que el alcoholismo era la causa de que mi padre se emborrachara y de que mi mamá actuara sin cordura. Pero mi padre siempre tenía trabajo y se hizo cargo de la familia lo mejor que pudo. Yo sabía que él se preocupaba mucho por todos nosotros. Sentí que lo estaba traicionando al llamarlo alcohólico.

Lo que más me ayudó en Alateen y luego en Al‑Anon fue saber que no tenía que llamarlo alcohólico. En su lugar, podría decir que yo tenía un problema con la cantidad que él bebía.

Mi padre sigue bebiendo, pero también me ama y ama a mis hermanos incondicionalmente. Yo lo amo incondicionalmente. Fueron los miembros de Al‑Anon y de Alateen quienes me ayudaron, y ellos siguen siendo quienes me ayudan a mantener esta importante relación con mi padre.

Por Cindy P., Georgia
Al-Anon se enfrenta al alcoholismo 2014